Paso otro año en el que los estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata vamos a un ámbito de discusión a plantear nuestras inquietudes ante quienes dicen representarnos y nos encontramos con una “conducción” sin políticas, vacía de contenido y sin representatividad. Es necesario discutir los temas que nos competen como estudiantes universitarios comprometidos con la realidad social de nuestro país. Puntos importantes como la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, la Ley de Educación Superior, el presupuesto destinado a la educación y demás, son cuestiones que merecen ser puestas en común para tratar de llegar a un acuerdo y establecer políticas a seguir respecto de ellos.
Lamentablemente por la política de mezquindad con la que se maneja la federación estas discusiones son imposibles de llevar a cabo y esta vez no fue la excepción.
Es el tercer año consecutivo que las agrupaciones que integran el frente que conduce la FULP negocian a espaldas del estudiantado (a quienes dicen representar) y acuerdan cargos anti estatutarios en el que solo discuten ellos dejando afuera a las demás fuerzas estudiantiles que pretendemos participar.
Como dijimos, este año no fue la excepción, solo el 30 por ciento de los congresales (o sea solo ellos) los avalan, el 70 por ciento restante repudia esa actitud y no lo avala bajo ningún concepto.
Además, no hay apertura, no hay debate previo a los congresos y por sobre todas las cosas no se difunde dentro de las facultades como debería, manejandose casi desde la oscuridad y anti democráticamente.
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